Rentabilidad de la inversión: qué es, tipos y cómo calcularla

Rentabilidad de la inversión: qué es, tipos y cómo calcularla

Un cliente o empresa es considerado rentable cuando sus ingresos son superiores a sus costes. La rentabilidad en la inversión hace referencia a la capacidad que tiene un individuo o institución de generar ciertos rendimientos futuros y que pueden o no producirse.

El rendimiento de la inversión tiene como objetivo reflejar la productividad de las inversiones que realizan los usuarios o clientes de una entidad financiera. Para una persona o una empresa, conocer cómo está funcionando su actividad financiera puede ayudarle a determinar si es posible o no sopesar ciertos costes de una actividad económica u obtener beneficios, por ejemplo.

Pero, ¿qué es la rentabilidad, qué tipos existen y cómo se calculan? En este post de W&K Financial Education os explicamos todas estas cuestiones. Si quieres saber más acerca de estos conceptos, ¡este post te interesa!

Cómo se define la rentabilidad de la inversión

El concepto de rentabilidad económica de la inversión es “la relación entre el dinero que invierte una persona y el dinero que gana” o incluso “la tasa con la que la compañía realiza una remuneración del capital empleado”.

Dentro de la rentabilidad en la inversión podemos encontrar diferentes tipos, como por ejemplo

Rentabilidad económica

También conocida como ROA por su definición en inglés Return On Assets, consiste en el rendimiento que una compañía obtiene por las inversiones que lleva a cabo.

Si tenemos en cuenta los beneficios para conocer cuál es la rentabilidad económica, estos son antes de descontar los impuestos e intereses correspondientes a los que una empresa o particular debe pagar.

Rentabilidad financiera

Este tipo de rentabilidad denominada también ROE por su nomenclatura en inglés (Return on Equity), relaciona los rendimientos o beneficios que se obtienen netos, en una operación concreta, con los recursos que se necesitan para obtenerla.

Además, la rentabilidad financiera también es conocida como rentabilidad sobre el capital, y se obtiene mediante la obtención de recursos de una persona o la inversión que ha realizado con el paso del tiempo.

Rentabilidad social

Aunque menos conocida, pero también de gran importancia, la rentabilidad social se utiliza para aludir a ganancias relacionadas con el prestigio, el tiempo o la felicidad a nivel social, ya que un proyecto puede no ser rentable económicamente, pero sí socialmente para us inversor.

Pongamos el ejemplo de que en una zona concreta o ciudad se va a construir un parque abierto a los habitantes: la construcción de este parque puede ser rentable de forma social si los ciudadanos ganan en comunidad y disfrute por su utilización.

Calcula tu rentabilidad en la inversión

La principal diferencia entre la rentabilidad económica y la rentabilidad financiera es que la primera necesita de todos los activos. En cambio, la rentabilidad financiera, únicamente necesita los recursos propios del inversor o la empresa.

A continuación, te mostramos el cálculo de la rentabilidad de estos dos tipos de rentabilidad aplicando sus respectivas fórmulas:

Rentabilidad económica (ROA)

ROA = Beneficio netos/Activo total x 100

Pongamos un ejemplo de cómo calcular la rentabilidad económica: un inversor cuenta con un beneficio neto de 5.500 € y con unos activos de 60.000 €.

Lo primero que debemos hacer para calcular la rentabilidad económica es extraer los datos que tenemos y aplicarlos en la fórmula del ROA:

ROA  = 5.500/60.000 x 100 = 9,17%

Interpretamos que por cada 100 € que ha invertido esta empresa o cliente obtiene 9,17 € de beneficio.

Rentabilidad financiera (ROE)

ROE = Beneficios netos/Fondos propios x 100

A su vez, podemos calcular la rentabilidad financiera con los siguientes datos: un cliente con una inversión de 6.000 €, pero que una parte de ese importe procede de un préstamo al 2%. Para calcular el beneficio neto con estos datos lo que hacemos es descontar ese 2% al beneficio bruto (en este caso de 3.000 €), lo que nos deja con un beneficio neto de 60 €.

Como la fórmula de la rentabilidad financiera consiste en dividir los beneficios netos entre los fondos propios, esta será:

ROE = 60/6.000 X 100 = 1%

Por cada 100 € que invierta este inversor o empresa, conseguirá un 1% de beneficio.

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