Diferencias entre la capitalización simple y compuesta

Diferencias entre la capitalización simple y compuesta

La capitalización simple y compuesta permite calcular el equivalente de un capital en un momento posterior. Cualquier inversión financiera que llevemos a cabo genera intereses periódicos. Podemos realizar este cálculo de los intereses utilizando dos tipos de capitalizaciones: simple y compuesta.

Pongamos el ejemplo de que un cliente solicita un préstamo a su institución financiera. La entidad cobra una cantidad adicional por ese préstamo al cliente, además de marcarse un tipo de interés por ambas partes. Este interés se puede cobrar mediante capitalización simple o capitalización compuesta, y transcurrido un tiempo determinado, le generará al cliente un capital final.

Pero, ¿qué diferencias existen entre la capitalización simple y compuesta? Desde W&K Financial Education, HUB digital de contenidos financieros, te explicamos todo lo que debes saber en este post.

Capitalización simple vs. Capitalización compuesta

A través del análisis de la capitalización simple y compuesta vamos a organizar y clasificar diversas operaciones financieras, con el fin de entender mejor en qué consisten. En función del plazo de su aplicación podremos seleccionar una u otra para conseguir el máximo beneficio y rentabilidad posible.

Capitalización simple

La capitalización simple consiste en una fórmula no acumulativa que determina el capital utilizado en el futuro. Cuando tenemos un capital inicial, este nos puede generar una serie de intereses, pero en el caso concreto de la capitalización simple, los intereses no se añaden a esta cantidad inicial para calcular unos rendimientos en el medio-largo plazo. Con la capitalización simple los rendimientos se generan siempre en base al capital inicial.

Este tipo de capitalización se suele implantar en operaciones inferiores a un año. Además, entre sus diversas características podemos destacar:

  • Como hemos comentado antes, con la capitalización simple, los intereses generados no se van acumulando al capital inicial, por lo que no se producirán nuevos intereses de cara al futuro.
  • Los intereses que se generan con la capitalización simple siempre son generados por el capital inicial.

Capitalización compuesta

A diferencia de la capitalización simple, la capitalización compuesta incluye intereses productivos, es decir, poco a poco el capital inicial genera ciertos intereses que se suman a dicha cantidad para generar y alcanzar nuevos rendimientos. El método de capitalización compuesta siempre tiene en cuenta el capital aportado desde el inicio y los intereses que se generan a lo largo de un periodo de tiempo.

En este caso, la capitalización compuesta se utiliza para operaciones que tienen una duración superior a un año. Lo que diferencia a la capitalización compuesta de la capitalización simple es:

  • En el caso de la capitalización compuesta, los intereses sí se acumulan al capital inicial, por lo que se producirán otros nuevos en las siguientes etapas.
  • Los intereses que se generan con la capitalización compuesta siempre son generados por el capital existente en ese momento al inicio de dicho periodo.

Diferencias entre la capitalizacion simple y compuesta 1

Fórmulas sobre las capitalizaciones

Ambos tipos de capitalizaciones se pueden calcular a través de dos fórmulas que te mostramos a continuación:

Fórmula de la capitalización a interés simple

Capital Final (CF) = Capital Inicial (CI)*(1+interés*n/Tiempo expresado en años)

Sabemos que esta fórmula es compleja, por eso vamos a intentar arrojar algo de luz sobre el tema con un ejemplo para entenderla mejor: llevamos a cabo una inversión de 2.000 euros en un activo financiero en el plazo máximo de ocho meses y con un tipo de interés del 5%. Con estos datos queremos calcular cuál será nuestro capital final con esta operación. Para ello solo tenemos que utilizar la fórmula anterior con los anteriores datos:

Capital Final (CF) = 2.000*(1+0,05*0,8) = 2.080 euros

Fórmula de la capitalización a interés compuesto

Capital Final (CF) = Capital Inicial (CI)*(1+interés) ⁿ/Tiempo expresado en año

Imaginemos que esta vez invertimos 15.000 euros en un activo financiero durante 6 años y que el producto dará una rentabilidad simple anual o unos intereses del 5%. En este caso, utilizando la segunda fórmula, el capital final será el siguiente:

Capital Final (CF) = 15.000*(1+0,05) 8 = 22.161,83 euros

Una vez que ya sabes cual es la diferencia entre capitalización simple y capitalización compuesta, desde W&K Financial Education te damos la posibilidad de acreditarte como asesor financiero en línea con MIFiD II y marcar la diferencia con nuestra Guía de Acreditación TFA, acreditación obligatoria en España desde enero de 2018. En otro artículo hablamos también sobre los mercados monetarios y sus características.

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